Vamos con la tercera y última entrega de la trilogía, donde se nos muestra el lado más humano de Iron Man, pues en buena parte del metraje se despoja de su traje dejándonos ver lo gran actor que es Robert Downey Jr. que ha logrado fundirse con su personaje desde el minuto uno de la saga y enriquecerlo. Como película tenemos como siempre una buena dosis de acción, escenas frenéticas y el toque de humor característico del gran Tony Stark que aquí deberá enfrentarse al misterioso Mandarín, por cierto, una caña de personaje que no es lo que parece. Eso sí, peca de predecible pues ya se sabe que todo terminará bien y que rescatará al Presidente y a su chica de las garras del malo malísimo, pero eso es lo de menos. En fin, una pena que se acabe esta saga porque Iron Man es, después de Batman, mi súper héroe favorito. Ah pero lo mejor es el reloj de Dora la Exploradora de serie limitada. A la peli le doy un 6.
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