Esta última temporada empieza de manera floja: han pasado seis meses y Debra está venida abajo porque se culpa de la muerte de LaGuerta. Además ha dejado la policía y ahora trabaja en una compañía de investigación privada. Menos mal que pronto se vuelve de nuevo interesante: por un lado con la investigación de un nuevo asesino en serie, el "cirujano de cerebro", que conocemos a la experta en psicópatas Evelyn Vogel, y pronto veremos que tiene una relación especial con Dexter puesto que sabremos que es la creadora del código de Harry; y al final se produce un giro sobre el asesino, que no es otro que el hijo de Vogel al que creía muerto. Y por otro lado tendremos la vuelta de Hannah con la que Dexter querrá empezar una nueva vida y que pese a sus diferencias con Debra parece que todos consiguen remar a una. Y por fin llega el esperado final de la serie que no ha estado a la altura de la gran serie que es Dexter. Primero porque Debra no merece ese final y segundo porque quedan muchas preguntas en el aire, me hubiera gustado que quedara cerrada y que no diera la sensación de que han querido cerrarla deprisa y de manera precipitada. En fin, una pena, pero siempre será una de las mejores series que he visto. Hasta siempre Morgan!
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