Tenía muchas ganas de ver esta película porque la primera me encantó pero tengo que decir que no es superior a su antecesora. Aquí la trama tiene lugar unos años después cuando los protagonistas se convierten en padres y todo el protagonismo se lo lleva el peque de la casa, por lo que el resto de monstruos que tanto brillaron en la primera aquí pasan a un segundo plano, y esto hace perder algo de chispa a la cinta. También vemos que esta segunda parte no nos ofrece tantos momentos desternillantes como la anterior, aquí hay algunas escenas graciosas pero su tono es mucho más serio. Aunque todo ello no quita para que sea una secuela más que aceptable para pasar un rato entretenido y estos personajillos siempre logran sacar una sonrisa. Le doy un 6.
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