No soy fan de James Bond pero tenía curiosidad por ver su última película, en la que como punto de partida ya sabes que no faltarán los coches bonitos, la tecnología más punta, mucho alcohol y situaciones predecibles donde sabes que el agente 007 va a salir airoso. Y aunque empieza de manera prometedora, en realidad se nota enseguida que han querido anteponer los efectos especiales y las grandiosas escenas de acción por encima del argumento, lo que la convierte en una cinta de una fotografía impecable pero muy simple en cuanto a diálogos y a trama. En definitiva, una cinta sin más pretensión que el mero entretenimiento sin ir más allá de lo que nos muestra. Le doy un 5.
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