Hoy toca poner fin a la historia de amor entre Ana Rivera y Alberto Márquez, en una última temporada que han alargado en exceso para llevarnos a un interesante capítulo final en el que reaparece nuestro protagonista (no entraré a analizar la poca credibilidad de no dar señales de vida a nadie en esos cinco años) y se produce por fin ese bonito desenlace que pone fin a tantos años de sufrimiento. Y finalmente toca despedirse con cierta pena de Cristina Otegui que termina la serie llevándose su merecido. En cambio, creo que Carlos se va de rositas y eso no me ha gustado, creo que Ana debería haber sabido lo de las cartas y haberse vengado de él de alguna manera. En cuanto a los demás personajes, diré que el cáncer de Rita me parece innecesario pero gracias a eso descubrimos que Cecilia es capaz de interpretar a la perfección tanto un personaje divertido como uno dramático. Y aunque me parezca muy forzada la historia de amor entre Humberto y Raúl de la Riva, me alegro de que mi personaje favorito tenga ese final feliz que se merece. En conjunto diré que la serie me ha gustado, sobre todo su ambientación y vestuario me han parecido sin duda lo mejor y echaré de menos estas galerías y a sus protagonistas.
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