Vamos con un film que puede llevar a engaño si lo que buscamos es una película de fantasmas como tal, pues en realidad es una película que habla sobre el dolor ante la pérdida de un familiar, en este caso un hermano, y las ganas de creer en que hay algo después de la muerte. Reconozco que después de media hora pensaba que estaba ante un film algo insulso e incluso aburrido, pero luego la cosa mejora, se vuelve más intrigante y finalmente consigue atrapar al espectador, gracias en parte a su protagonista, Kristen Stewart, que se aleja de su papel de Crepúsculo para ofrecernos una de sus mejores actuaciones. Y aunque al final deja flotando en el aire algunos interrogantes, y es el propio espectador el que tiene que sacar sus propias conjeturas, la verdad es que la peli está bien. Le doy un 6.
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