
Vamos con una película protagonizada por el gran Fernando Tejero, al que sorprende ver protagonizando un drama puro y duro, cosa que hace de manera muy notable además, metiéndose en el papel de un pobre currante que es engañado por los especuladores y la constructora, y nos hace partícipes, a su manera y con los únicos medios que tiene a su alcance, de su lucha por no perder sus ahorros ni su dignidad humana y con un mensaje muy claro: el no conformismo. Lo mejor de esta peli es que es un retrato real sobre la realidad que vivimos actualmente, la corrupción urbanística, donde muchas familias se encuentran desprotegidas ante la ley y sin medios para acabar con estas situaciones, lo que hace que el espectador se sienta totalmente identificado con los protagonistas y sufriendo con ellos. En definitiva, una peli con fuerza y con naturalidad y realismo que todo el mundo debería ver. Le doy un 7.