sábado, 20 de enero de 2018

Prison Break (quinta temporada)

Plot: Michael Scofield no estaba muerto y el regreso de la serie le ha llevado hasta una cárcel en Yemen.

Ocho años después de su final, llega la quinta temporada de esta serie, y tenía una cierta expectación en ver qué nos podía ofrecer. Sin embargo, después de verla hubiera preferido que la cosa se hubiera quedado como estaba. No sólo me ha parecido innecesaria sino que además es todo muy surrealista. ¿De verdad hacía falta resucitar a Scofield? Que esté vivo me hace pensar que ahora da igual que un personaje muera en una serie porque pueden inventarse un pretexto y devolverlo a la vida como si nada. Por cierto, en las temporadas anteriores nos mostraban a un Michael sangrando por la nariz, lo que nos hacía presagiar que algo no iba bien y de hecho es la causa de su muerte, y sin embargo, ahora está perfecta y milagrosamente sano. En cuanto a nombrar algún momento destacable de la temporada, sólo me quedo con dos: cuando su hermano lo ve en la prisión tras haberle dado por muerto y cuando Michael le dice a Sara que su marido es Poseidón. Y sobre la escena final -en la que se pone las manos y crea la cara del malo malísimo y el escaner lo reconoce- que pretende ser la más apoteósica, la verdad es que para mí sólo es una escena absurda más que tiene la temporada, como cuando los malos disparan pero no aciertan un tiro. Pero no todo es negativo: admito que, pese a ser todo tan absurdo, me ha entretenido y que me he alegrado de volver a ver a T-Bag, mi personaje favorito.

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