Vamos con una película francesa que a pesar de tratar una temática muy vista, consigue diferenciarse del resto por varios motivos: primero porque desprende una gran sinceridad, ofreciéndole al espectador una visión bastante realista del mundo suburbial y segundo porque las actuaciones están muy bien, tanto de los adolescentes como de los profesores. Y aunque da la sensación de quedarse corta a la hora de profundizar en la problemática de los estudiantes y el espectador debe poner de su parte para dotarla de más dramatismo, el conjunto final es interesante porque no trata de lograr el sueño americano como pasa en otras películas, sino que su objetivo es mostrar una realidad candente y poner sobre la mesa la profesionalidad de los educadores para demostrar si son buenos para motivar a sus alumnos en las peores circunstancias o no. Me ha gustado. Le doy un 7.
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