En esta tercera y última temporada, la tranquilidad de la familia Cortázar no dura nada, pues tenemos el regreso de Vicente a la casa y los trapicheos de nuevos personajes que llegan para quedarse, como Carlos o Julia Cortázar que quieren lo que les corresponde, o Mar que se interpone en el matrimonio roto de Pablo y la mala malísima de Sara. Pero de todos los líos, el que más me ha gustado es el de Emma y Gus, que se pasan la temporada chantajeándose hasta el final. En cuanto a los Reverte, tampoco pasan por su mejor momento: han luchado para que Lucía, embarazada de Miguel, no vaya a la cárcel por culpa de Raúl, mientras hemos conocido y le hemos cogido cariño al tío Adolfo. Pero lo mejor sin duda desde el principio hasta el final ha sido la agente Ortega, la pobre ha tenido mucha faena en Lasiesta. Tengo que confesar que esta serie y en concreto esta tercera temporada me ha parecido demasiado cargante, pues las cosas en vez de arreglarse por capítulos, se han ido complicando hasta el último momento, sin darnos ni un minuto de sosiego, y eso llega a cansar un poco. Pero bueno, parece que al final se aclaran algunas cosas, como quién mató a Jesús Reverte y a Monica Robledano, y podemos ver el futuro de los personajes, (mención especial para el final feliz de Lucía y Miguel). Aunque la serie queda abierta y se baraje una cuarta temporada en el futuro, yo espero que la dejen así. Hasta siempre, Vicente Cortázar!
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