Antes que nada quiero decir que vale la pena ver esta película simplemente para gozar de la increíble imaginación de Hayao Miyazaki. Bueno, vamos con una película de aventuras, sólida y cautivadora, de ritmo trepidante y donde no hay tiempo para el aburrimiento, ya que te atrapa desde el primer momento. La historia nos sumerge en un mundo mágico, regalándonos imágenes repletas de detalles fantásticos y lugares de ensueño. Nadie diría que la peli es del año 86. Y aunque los personajes recuerdan mucho a Heidi y Pedro, son entrañables y nos dan una buena lección de humildad. En definitiva, que la recomiendo mucho. Le doy un 7.
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